Casas ecológicas (II)

Las casas ecológicas y sostenibles no solo consisten en poner paneles solares en los techos. También afecta a otros elementos de la vivienda como, por ejemplo, la luz.

La luz nos afecta física y anímicamente, por ello cuánta más luz nos entre mejor estaremos nosotros y nuestra vivienda. Además de beneficiarnos anímicamente, también nos beneficia económicamente. ¿Y porqué? os preguntaréis. Pues porque cómo más luz nos entre en nuestra vivienda menos necesidad de luz artificial tendremos. Paralelamente, la luz natural constituye también una fuente natural fuente de calor, por lo que es importante que en el momento de diseñar y ubicar las ventanas de nuestra casa, siempre será necesario calibrarlas para mantener cierto equilibro en la captación de luz y pérdida de calor.

Si situamos las ventanas en las partes superiores de las paredes permitiremos que la luz llegue más lejos, de la misma manera que cuando construimos una ventana muy larga. La luz que penetra por las ventanas del techo o por las claraboyas, además, ayuda a que zonas que normalmente estarían oscuras se iluminen.

Por orto lado, la iluminación artificial representa aproximadamente el 10% del consumo total de energía de los hogares. Si reemplazáis las bombillas incandescentes de tungsteno por bombillas fluorescentes de bajo consumo, vais a tener 6 veces más luz que las comunes. Otra opción que también podéis tener en cuenta es la iluminación de la casa con LEDS, más resistentes y duraderos.

Como podéis ver, ser ecológico no solo representa cuidar el medio ambiente sino que nos permite ahorrar ciertos euros que, en estos momentos, van más que bien.

Casas ecológicas

Vuelvo a dedicar un post a las casas ecológicas porque además de respetar el medio ambiente (que lo tenemos en crisis) también son opciones que nos permiten ahorrar algo de dinero si procuramos vivir en una vivienda sostenible (porque hay crisis económica, también).

Los inmuebles sostenibles tienen ventajas y desventajas, como todas las cosas y, seguramente, algunos de vosotros desconfiaréis un poco de este tipo de inmueble en épocas como las de invierno. Al menos yo, siempre pensaba que en invierno debes pasar mucho frío y resulta que una casa ecológica es muy buena opción para esta época del año. Así que, como seguramente, algunos de vosotros compartís mis mismas dudas, os cuento lo que descubrí acerca de este tema.

Uno de los objetivos esenciales del ecodiseño consiste en gastar la menor cantidad de electricidad posible, especialmente usar la menor energía posible proveniente de fuentes energéticas no renovables como el carbón y el gas. Para no tener que gastar energía de más, los edificios sostenibles se construyen como estructuras solares pasivas y con un grado alto de aislamiento térmico por lo que no es necesario tener la calefacción demasiado tiempo encendida. Además, hoy por hoy la tecnología solar ha avanzado mucho de modo que podemos encontrar placas solares de diversos tipos y que se pueden adaptar perfectamente a nuestra vivienda. De hecho, tenemos las placas solares, que producen calor  y las fotovoltaicas, que generan electricidad.

Otra de las ventajas es que las placas solares pueden producir 10.000 veces más electricidad que la normal y su período de amortización es de entre unos 10 y 15 años, lo que significa que casi es para toda la vida y no tienes que hacer cambios en las instalaciones. Además, y cómo ya debéis saber, no produce nada de emisiones de CO2.

Así pues, las placas solares tienen más ventajas que desventajas y aunque la instalación es cara, tenéis que pensar que sólo debéis pagar eso y no la factura de cada mes. Vale la pena pensarlo.

La dificultad de la emancipación para los jóvenes (más aún)

Estos años de dura crisis económica no paran de salir datos y más datos. Los últimos, unos que vuelven a reflejar la dificultad de los jóvenes para que se puedan emancipar y ya no sólo hablamos de comprarse una vivienda sino de incluso irse de alquiler.

Según el Observatorio Joven de la Vivienda que elabora el Consejo de la Juventud de España (CJE), los «jóvenes españoles necesitan dedicar más de la mitad de su sueldo neto (53.5%) para comprar una vivienda». Esto sería posible si los jóvenes cobrasen lo que realmente deben, porque ya de entrada su sueldo es un 78,1% más bajo lo que provoca que no puedan ser propietarios sin pasar del umbral máximo de endeudamiento de los bancos (30%).

Con estas condiciones, según el mismo observatorio, dice que los jóvenes solo pueden acceder a 56.1 metros cuadrados si se quieren comprar una casa, en cambio, si se decantan por el alquiler, pueden acceder a 44.5 metros cuadrados. Y ahora viene la típica lista: «los jóvenes que dedican más parte de su sueldo neto a comprar una vivienda son:

– Los de Vizcaya (71.6% de sus ingresos)

– los Guipuzcoanos (70.9%)

– los Barceloneses (67.9%)

– Los Baleares (65.1%)

– Los madrileños (62.6%)

– Los cántabros (58.2%)

– Los malagueños (57.8%)».

En fin, que los datos, muy alentadores no son.